Te enseño una sillita a la cual le apliqué pintura artística para cambiar su aspecto. Puedes apreciar que es una silla de madera, pequeña para niños pero convencional. Sin embargo, lo interesante está en la silueta en madera esculpida en la parte inferior del respaldo.
Mi intención fue cambiar el personaje pintado sobre la silueta. Es una caricatura de una niña marinera. ¡Podría ser la ilustración de uno de los personajes del libro infantil, «El pirata garrapata»!.
Índice de temas:
- Origen y descripción de la sillita original.
- Motivos que me llevan a su cambio de imagen.
- Temática para el nuevo personaje.
- Ejecución pictórica por capas.
- Algunas características y su destino final.
Si fuese la primera vez que accedes a este sitio web, te diré que he llegado a rehabilitar más objetos, distintos a este. Te recomiendo pinchar el botón de abajo, para acceder a la galería de murales que tengo:
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A parte de los motivos estéticos, también están los motivos por desconchado de la pintura para yo realizar cambios. En el próximo capitulo te detallo más este tema.
Utilicé pintura plástica en su base azul cían para el pintado. En cambio, con la experiencia que tengo con otros objetos de madera, como con el sinfonier que rehabilité, utilicé también pintura al temple. Más abajo, sabrás porqué a las témperas, le añadí cola blanca.
Origen y descripción de la sillita original.
No tuvo el mismo origen esta silla con respecto a una mesita que rehabilité hace un tiempo. A diferencia de la anterior, esta silla la adquirí en un mercadillo ambulante. Hay que destacar que su morfología algo pretérita pero encantadora, coincide con aquellos objetos que se pueden encontrar en la misma procedencia de este artículo.
Como es previsible en estos lugares, el precio de adquisición fue irrelevante. Como irrelevante era el potencial artístico que el vendedor ambulante tenía sobre este pequeño mueble. No obstante, para mi apreciación era una oportunidad.
Una vez en mi hogar con este pequeño mueble en mano, me puse a observar los defectos que pudiera tener. En efecto, como objeto de segunda mano que es, tenía desconchados en la pintura. Estos defectos estaban sobretodo en picos y esquinas. Además, sobre el tablero del asiento, habían abombamientos y grietas sobre los mismos que indicaban que próximamente se producirían desconchados.
Por otro lado, el asunto estético no era especialmente brillante. Podía estar meridianamente bien si la sillita tuviera el uso de juguete para un niñ@ pequeñ@. Como dije, bien podría el personaje de la silueta del respaldo pertenecer a la ilustración de un cuento infantil. Se trata de una caricatura muy simple, ideal para el público infantil.
Considero que esta caricatura es tan simple, igual que muchas animaciones de televisión para niñ@s; que muchos de ell@s ya no les sorprende o no les causa la misma ilusión que los dibujos de antaño.
Motivos que me llevan a su cambio de imagen.
Antes de nada, si has leído el anterior apartado, pienso que te puedes hacer una idea de los motivos que me llevan a aplicar pintura artística.
En primer lugar, la pieza necesita una restauración de sus capas de pintura por el deterioro que sufre la original. Así mismo, el deterioro no se centra en exclusiva sobre las partes homogéneas de pintura azul marino. En poca medida, pero no por ello descartable, el personaje y los barquitos del asiento tienen algunos abombamientos y pequeñas fisuras. Intentar restaurar estos dibujos con los mismos colores es prácticamente imposible.
Segundamente, ya que es indispensable restaurar la pintura, lo mejor es cambiar al personaje que aparece. Antes comenté que este personaje es demasiado simple, por lo tanto definiré más en detalles los rasgos del nuevo. Mi intención es que si un niñ@ se queda con esta silla, establezca un vínculo más intenso con el objeto. Por otro lado, que la silla no sea únicamente un juguete, sino un objeto más del mobiliario de la vivienda que pueda convivir con el resto.
Temática para el nuevo personaje.
Mi idea será conservar el carácter de caricatura para el nuevo personaje. Por un lado, la silueta en madera preestablecida no me permite realizar una persona realista. Al mismo tiempo, según el motivo por el que la silla continúe siendo un juguete, rechazaré el realismo.
¿De qué tipo será la caricatura?. Una mezcla entre infantil y realista. Me refería antes que rechazaría el realismo puro, por concretar. Los rasgos caricaturescos que infantilizan a la chica, serán la de una cabeza más grande de lo normal y un cuello estrecho. Unos rasgos obligados por la forma de la silueta.
Además, el tamaño de ojos y boca también serán algo más grandes para enfatizar el efecto infantil, sin ser sarcástico.
También quiero que esta chica tenga una personalidad concreta. En particular deberá ser como una hermana mayor del niñ@ al que se dirija la sillita. Este sentimiento se consigue además, vistiéndola con una camisa blanca para que de una imagen de sinceridad y paz. Dejo el color rubio de cabello, como recordatorio de lo que fue la anterior niña marinera, convertida ahora en una muchacha responsable.
Ejecución pictórica por capas.
Primeramente, lijé hasta donde pude, toda capa de pintura original. En las zonas donde resultaba difícil eliminar la pintura, opté por no eliminarla. Si un resto de pintura queda muy bien adherida a la madera, no hay peligro que posteriormente se desprenda al aplicar nuevas capas.
Una vez lijado aquello que estuviera fácilmente desprendible, llega el momento de aplicar nueva pintura. Escojo para pintar de forma general, pintura plástica de color azul cían. Te estoy hablando de la primera capa de todas.
La capa de la silueta del personaje.
La única zona que no voy a pintar con la primera capa es la que le corresponde la silueta del respaldo. En efecto, si pinto todo incluido esta parte, si posteriormente deseo crear un nuevo personaje, resultaría complicado cubrir este azul con otros colores más claros. Ciertamente, se podría cubrir este color base, pero con un espesor de pintura exagerado.
Al contrario, como se aprecia en la «imagen 02», no respeto los contornos de la silueta. Es una forma de evitar que aparezcan espacios vacíos en los perímetros.
El siguiente paso es delimitar los rasgos faciales. En la «imagen 02» muestro cómo utilizo lápiz para delimitar estas zonas.
A continuación llega el momento de aplicar nueva pintura. Esta pintura no será plástica, sino al temple pero mezclada con cola blanca. Gracias a la cola blanca obtengo una adherencia superior que si aplicara las témperas de forma directa. Hay que tener en cuenta que esta sillita se puede convertir en un juguete.
Vale la pena decir que en la «Imagen 03» se aprecia como a pesar de aplicar una capa sobre el rostro, siguen apareciendo zonas con el azul de la capa base. Este azul es producto de las discontinuas manchas que hay tras no respetar exactamente ese perímetro, tal como dije.
El resto del proceso es ir pintando con la técnica que más guste, como si de unas tablillas se tratara.
La capa del asiento.
En esta parte de la silla, si que apliqué por completo la pintura plástica azul. Para el resultado final este color debe aparecer y ser además predominante.
El proceso a seguir es prácticamente el mismo que con la mesita de la que antes hablé. La única diferencia es que aquí aplicaré pintura al temple con cola blanca en vez de óleo. Se deben dar pinceladas paralelas unas de otras, con la posibilidad de mezclar algunas líneas con el dedo.
Por cierto, en cuanto a la elección de los colores de estas líneas, escogí un total de tres colores. En primero lugar, apliqué la fórmula de la analogía al escoger el azul marino. Segundamente, para dar más fuerza, escogí el naranja como complementario y por último, el color serrín para neutralizar los dos anteriores. Esta es mi fórmula para que los colores no chirríen.
Algunas características y su destino final.
Lo primero que utilicé para el pintado de capa base, fue brocha de pintor con un ancho de virola de 50 mm y cerdas de polietileno. En cambio para las témperas con cola, utilicé pinceles de artes plásticas.
En cuanto a las dimensiones, mide 60 centímetros de alto y `30 x 30 centímetros aproximadamente en cuanto al ancho y largo.
Para terminar, llega la curiosidad del lector. ¿Qué he hecho al final con esta silla?.
Al final no me la he quedado para mí. Creo era de esperar. Resulta que la podría haber puesto a la venta como otras obras que aquí se venden; pero no fue así. También varias veces di como pista que este objeto está básicamente diseñado para un niñ@, aunque dijera que podría se podría utilizar como decorativo. Por supuesto no es apto para que una persona adulta se pueda sentar.
Su destino final fue un regalo desinteresado.
Desconocía esta faceta tuya que, aparte del diseño, dibujo, pintura, etc. también te lleva a la «restauración».
MUY CHULA !!.
Hola Chapiri. Si, rehabilitación pero siempre con pintura, no me dedico a la orfebrería o la escultura. Pintar sobre madera se llama «pintura sobre talla». Esta técnica la hacían muchos pintores, por ejemplo «El bosco». Era pintar sobre un «lienzo» de madera. El proceder es el mismo si son muebles. Un saludo y gracias por tu comentario.